Navarra ofrece al senderista un sinfin de caminos que permiten al senderista no solamente conocer en entorno y sus atractivos paisajes, sinó adentrarse en un patrimonio natural y cultural que no te pueden dejar indiferente.
El valle de Aezkoa, es el valle pirenaico por excelencia, conserva casi desconocidos para el público en general, tesoros naturales y culturales en muchos casos únicos en toda la cadena pirenaica.

Su orografía y secular aislamiento en las montañas le ha conferido una idiosincrasia diferenciada de otros valles vecinos, aun compartiendo con ellos muchas características.

Conserva restos prehistóricos y pequeños tesoros artísticos y arquitectónicos de los siglos XV-XX (iglesias, casonas con sus escudos, la Real Fábrica de Armas; los molinos, los hórreos…).

Existen por todo el valle y alrededores un sinfín de itinerarios para todas las edades y condiciones físicas que permiten potenciar su conocimiento y disfrutar con tranquilidad la extraordinaria belleza que los rodea, perpetuando con su andadura los viejos caminos que contribuyen a la conservación de su patrimonio natural, además de los caminos que cruzan el bosque de Irati en todas sus direcciones.

Nuestro entorno es naturaleza pura y viste sus mejores galas en cada estación. El verde en primavera con sus flores amarillas es el despertar de un largo invierno e invita a descubrir los más bellos paisajes. Con la llegada del verano todos los pueblos se llenan de fiestas y te hacen partícipe de sus tradiciones. El otoño, en sus extensos bosques hasta los rincones más insospechados te ofrecen una sinfonía de colores difícil de olvidar y que decir del invierno que te ofrece su manto blanco lleno de quietud y romanticismo que te induce a encontrar tu paz interior.