Zamora es una de las provincias con la naturaleza más intacta de la península, sobre todo en la Sierra de la Culebra, donde pueblos y personas parecen haberse detenido. Es habitual al amanecer o atardecer, tener que frenar el coche al cruzarse con ciervos, zorros, liebres o jabalies. Y si tienes suerte y paciencia, podrás ver y escuchar al lobo en la sierra con mayor densidad de este mamífero de toda Europa.
Senderos casi inexplorados esperan a quien quiera descubrirlos.

Empezaremos visitando la capital y su fantástico Románico, y seguiríamos camino de San Vitero y la Sierra de la Culebra, donde degustar de la Ternera de Aliste, y empezar a disfrutar de la riqueza de rapaces de la zona. Subir al Pico Mira desde el Camping llevará entre 5 y 7 horas en una de las excursiones más interesantes a realizar en la sierra. Tras disfrutar de un par de noches estrelladas, continuaría camino a Sanabria y conocería el lago y sus alrededores en otro día de trekking por la zona.

Se trata de una zona con escasa señalización de senderos, lo que obliga al uso de mapas o GPS para evitar pérdidas. Es como retroceder en el tiempo y en el senderismo 30 años, cuando salías con bríujula y mapas, y tenías que tener todos tus sentidos atentos para orientarte y no perderte, sin marcas que señalicen más que las zonas más concurridas de Sanabria. Es volver al senderismo tradicional por caminos que a buen seguro nadie haya pisado en años. Con zonas de abundante agua, y sierras mayoritariamente de pizarra, gneis y cuarcita, hará la delicia de las personas que buscan nuevos destinos para andar y disfrutar la naturaleza sin aglomeraciones ni agobios.