Viajar a Lofoten es adentrarse en un paisaje único, un laberinto de fiordos, montañas y una abrupta costa.  El conjunto de islas, la abundancia de cumbres que caen bruscamente al mar, el contraste del paisaje de montaña con el océano, las auroras boreales (cuando hay oscuridad en la noche) y la agradable y siempre atenta gente que uno encuentra por estas latitudes nos hará disfrutar de unas magníficas jornadas de montaña.

Recorreremos exóticos valles salpicados de multitud de lagos de montaña, alcanzaremos cimas con amplias vistas de los fiordos y el océano y pisaremos playas de arena blanca rodeados de abruptos acantilados. Además,  por las tardes realizaremos alguna visita con encanto a algún pueblo, playa etc para conocer mejor esta región.

Nos alojaremos en cómodas casitas rojas de madera apoyadas en pilotes de madera a orilla del mar, situadas en ensenadas tranquilas donde encontramos atracados los pequeños barcos pesqueros.

Degustaremos pescado, principalmente bacalao y para el que guste el alcohol podrá beber (a dosis moderadas…) el aquavit.

 Y no dispondremos de suficientes días para recorrer todos sus valles y fiordos pero nos dejará un buen sabor de boca y nos abrirá el horizonte para futuras aventuras por estas latitudes.

Aprovecha esta oportunidad y viaja a un destino peculiar, único y muy especial.