En este viaje se puede conseguir una clara imagen de la rica herencia cultural y natural de Cataluña. Comenzando en las estribaciones de los Pirineos, en una tierra antigua llena de pitones volcánicos, cráteres y campos de basalto llamada La Garrotxa. El alojamiento se encuentra dentro los límites del Parque Natural y ofrece una atmósfera muy acogedora, siendo una base perfecta para la primera parte del viaje. Atravesándo frondosos hayedos se llega al histórico pueblo de Besalú, en el que se entra cruzando su famoso puente medieval para seguir después el curso del río Fluviá en dirección este. Después de atravesar la esencia de la campiña catalana, con pequeñas fincas e históricas granjas diseminadas en el paisaje, se llega a la costa mediterránea, cerca del yacimiento arqueológico de Empúries. El último día se disfruta de forma plena de esta costa, caminando por sendas de pescadores desde Estartit a l’Escala, aprovechando las numerosas playas y calas para darse un chapuzón y después continuar la ruta de despedida.