• Vall de Boí, Patrimonio de Humanidad por la UNESCO. Las iglesias románicas mejor preservadas de España 
• Un paisaje realmente alpino con cientos de lagos glaciares de color esmeralda en el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici
• Frondosos bosques y verdes praderas decoran valles de flora alpina intacta
• Dos cómodos y agradables alojamientos con encanto.
• Una cocina catalana deliciosa acompañada por sus vinos locales 
• Una tradición única alrededor del solsticio de verano llamada las “Fallas”, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO 

Escondido en la esquina oeste de los pirineos se encuentra el Vall de Boí, un amplio valle que da entrada hacia las escarpadas montañas de granito que conforman el Parque Nacional de Aigües Tortes. Ambos unidos juntan todos los ingredientes para formar un paraíso del senderismo. En el valle se camina atravesando praderas y bosques mediterráneos, yendo de una iglesia románica a la siguiente. Desde el valle, se asciende por praderas alpinas hacia las cumbres, en las que los glaciares esculpieron profundas cubetas en las últimas épocas glaciares, cubetas que dieron lugar a bellos lagos de aguas claras. Gracias a los agradables alojamientos de gestión familiar, los buenos restaurantes o la estancia en un antiguo centro de salud y SPA de aguas termanles naturales la recuperación tras cada ruta está garantizada. Además el programa incluye la estancia una noche en el refugio de montaña de Ventosa i Calvell; ¡la guinda del pastel de esta esperiencia montañera en el pirineo catalán!